Reseña: Un monasterio es atacado por indios, siendo el abad enterrado vivo en una tumba de piedra y los demás monjes torturados. Increíblemente el abad no muere sino que se escabulle por un pasadizo subterráneo que ni él mismo conocía, llegando a un altar con una figura de Cristo pintada en la roca viva. Esta imagen cobra vida y conduce al hombre santo a un rancho cercano donde es auxiliado y puede pedir ayuda para que los indios sean castigados por su brutalidad. "The Film Index", que la reseñó en su número del 05/11/1910, comenta que "la película cierra con una bella escena de transformación de religioso significado. El arte del realizador se hace evidente a lo largo del metraje". [Cinefania.com]