Reseña crítica: Caroline (Kate Hudson), una enfermera que no puede dejar de involucrarse con sus pacientes, abandona el hospital donde trabaja para emplearse en el rubro cuidado de ancianos. Responde un aviso y marcha a una casona en medio de los pantanos de Louisiana, donde debe hacerse cargo de un anciano (John Hurt) que está convalesciente por un derrame. La esposa (Gena Rowlands) la recibe con recelo, pero finalmente la acepta. Por supuesto, el misterio no tarda en plantearse, aunque con cuentagotas. Primero descubre un ático con una habitación secreta. Más tarde, ingresa en el recinto y encuentra objetos extraños. Una amiga le explica que se trata de elementos de magia hudú (superstición que es efectiva para aquellos que tienen fe). Una noche el anciano -supuestamente paraplégico-, intenta escapar por la ventana. Esto basta para levantar las sospechas de Caroline, sobre las supuestas buenas intenciones de la dueña de casa. Intenta pedir ayuda a un abogado (Peter Sarsgaard), encargado de redactar el testamento del viejo, y este le solicita evidencias que posibiliten la intervención de la Ley. A medida que el misterio se complica, la protagonista va sumergiéndose más y más en algo que subestima como psicosomático y que termina rayando netamente en lo sobrenatural. El filme, bien construído, goza de actuaciones espléndidas, especialmente Hurt y Rowlands, quien, al igual que en GLORIA (1980), dirigida por su finado marido John Cassevettes, tiene ocasión no solo de empuñar un arma, sino también de gatillarla varias veces. La trama tiene el creciente interés del típico relato de intriga (de hecho, como filme de terror, es una buena película de misterio), y, si bien posee un enfoque similar al que ya hemos visto en joyas como ANGEL HEART (Corazón Satánico-1987) o THE SERPENT AND THE RAINBOW (La Serpiente y el Arco Iris-1988), tiene el sabroso ingrediente "giro final", que institucionalizó THE SIXTH SENSE (Sexto Sentido-1999), aunque ya había sido postulado a través de la memorable serie TWILIGHT ZONE (La Dimensión Desconocida-1959/1964). Lo más elogiable es el hecho que la película carece por completo de golpes de efecto (salvo un momento particular en que el volumen del sonido sube a 11), y que consigue un notable clima opresivo en torno a los personajes y a la casa. El desenlace, que puede satisfacer o no, según el nihilismo del espectador, cierra la lógica del relato. Como colofón, hay perlas musicales de Blind Willie Johnson o Mississippi Fred McDowell, que tal vez se hayan encontrado con el Maligno en alguna encrucijada... vaya uno a saber. [Cinefania.com]
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