Reseña crítica: Un carruaje recorre la campiña. A bordo va el hacendado Oonuma (Seizaburo Kawazu). Uno de los granjeros de sus tierras (Ko Nishimura) lo persigue a pie y le ruega por favor que le de tiempo para pagar su deuda (estamos a principios del siglo veinte y el feudalismo no parecería haber sido abolido). Que "aunque tenga que comer basura", pagará lo que le debe. El Sr. Oonuma se quita al granjero de encima con un golpe de bastón, con tan mala suerte - para el granjero - que queda mal herido y muere al poco tiempo. Al enterarse del incidente, "recompensa" a su viuda e hija (Chiaki Tsukioka y Sachiko Kuwahara) llevándoselas a sus telares, ofreciéndoles trabajar gratis durante 10 años para saldar la deuda. Al llegar a la propiedad de Oonuma, ambas son separadas y cada una sufre la saña y malevolencia de la sra. Oonuma (Akemi Negishi), por no hablar de los acosos del sr. Oonuma sobre la madre y la persecución y posterior violación del joven amo Oonuma (Shingo Yamashiro) sobre la hija. Una nueva situación de violencia, un golpe bestial y la madre pasa a mejor vida. La hija, violada, decide reunirse con sus progenitores degollándose con una navaja. A partir de ese momento, una serie de incidentes provocados por seres sobrenaturales en forma de serpiente, cambiaran trágicamente la hasta ese momento tranquila vida de la rica familia Oonuma. El director Nobu Nakagawa, mismo responsable de obras esenciales del terror japonés como la tradicional TOKAIDO YOTSUYA KAIDAN (Historia Sobrenatural de Yotsuya en la Región de Tokai-1959), la delirante ONNA KYUKETSUKI (Lady Vampire-1959) y la vanguardista JIGOKU (Sinners on Hell-1960) por citar las principales, parece haber quedado aislado de las tendencias del momento, poniendo en pantalla una trama muy similar a la tradicional YOTSUYA KAIDAN pero sin tanta profundidad, sin tanto folklore, sin tanto terror y sin tanto matiz entre los personajes: la familia del granjero es eminentemente buena y piadosa, en tanto que la familia del hacendado es 100% diabólica. La inusual época histórica, la crítica sobre las diferencias sociales, el papel de la justicia - representada por un comisario de policía (Tetsuro Tamba)-, el también inusual intento de exorcismo de una sacerdotisa budista... todos detalles apreciables para el aficionado al género pero que no agregan mucha tensión al pretendido filme de terror. El maestro Nakagawa logra plasmar varios cuadros sencillamente geniales, como un espectro apareciendo tras un árbol o el hijo de Oonuma entrando en los telares en busca del fantasma, pero no parece decidido a innovar el panorama, algo que tan solo diez años antes se dedicaba con cada uno de sus proyectos cinematográficos. [Cinefania.com]
Calificación Cinefania.com:
Tetsuro Tanba
