Reseña crítica: Un prólogo nos muestra una secuencia de sacrificio humano en el antiguo México, con extracción de corazón incluída. En el sellado de la tumba de Acatl, un valiente guerrero, se insinúa la idea de que la esposa del difunto quede encerrada por el resto de la eternidad. Del 1461 saltamos a 1963 (año de estreno de esta película que se filmó, empero, en 1961). Un grupo de arqueólogos, liderados por el profesor Mueller (Germán Robles), hallan la tumba de Acatl (Mauricio Garcés), un antiguo guerrero azteca, donde encuentran los restos momificados de Xochicuatl (Ana Luisa Peluffo). A pesar que su cuerpo se reduce a polvillo apenas lo tocan, en un sarcófago encuentran el cuerpo milagrosamente conservado del antiguo sacerdote Xihu (Guillermo Cramer), que tiene adherido a su mano el arcaico cuchillo utilizado para abrir los plexos de sus víctimas rituales. El Prof. Mueller lleva consigo la cabeza y la momia del sacerdote, instalándolas en su estudio particular para dedicarse a estudiar los demás objetos encontrados. Por la noche, la cabeza abre los ojos y el sacerdote cobra vida, atacando a uno de los académicos (Salvador Lozano). Llega el inspector de turno (Abel Salazar, también productor de la película) y comprueba que a herida del occiso coincide con el antiguo modo azteca. La hija del profesor Mueller (nuevamente la Peluffo) sufre un ataque de nervios y su novio (nuevamente Garcés) la consola luego de descubrir el corazón extirpado del muerto en el mismo pedestal donde reposa la cabeza de Acatl. A pesar del argumento netamente psicotrónico y de numerosos elementos pueriles, esta película contiene valiosos climas granguiñolescos, respaldados por un trabajo de maquillaje evidentemente barato pero efectivo. Además, se trata de una de las primeras puestas en pantalla del horror de las muertes rituales aztecas. El desarrollo dinámico y la celeridad narrativa (las muertes e investigación parecerían ocurrir todas en la misma noche) y el giro final de la historia dejan un aceptable buen gusto en la boca del espectador, que tal vez haya permanecido en la versión adquirida y doblada en 1968 por K. Gordon Murray para su distribución americana a través de su empresa Trans-International. [Cinefania.com]
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