Reseña crítica: A través del típico recurso lovecraftiano de escuchar una cinta grabada con el testimonio del único testigo que sobrevivió (desquiciado) a una tragedia, la película nos ofrece un extenso flashback en que se narra la historia de un grupo de adolescentes (Edward Connell, Barbara Hewitt, Frank Bonner, Robin Christopher) que viajan a cierto sector apartado del bosque, en respuesta al llamado de un profesor (el escritor de ciencia-ficción Fritz Leiber) que se encontraba realizando una investigación que desafiaba las fronteras de la lógica. Los jóvenes llegan a la cabaña del profesor pero la encuentran en ruinas, se internan en una ominosa caverna donde encuentran un esqueleto y también un delirante anciano que les entrega un libro antiquísimo. El incunable contiene numerosos párrafos escritos en lenguas antiguas, grabados y una esquela manuscrita por el mismo profesor. Leyendo esa nota, se nos presenta un nuevo flashback en que vemos el primer efecto stop-motion de la noche: una colosal criatura tentacular despierta y despedaza la cabaña del profesor. Esta primera dosis de puro entretenimiento cinematográfico es seguida por unos cuantos minutos de los jóvenes deambulando hasta que aparece el villano de turno, un guardabosques que se hace llamar "Sr. Asmodeus" (Jack Woods) e invoca un titán estilo Ray Harryhausen que trata de recuperar el libro. Posteriormente ataca un ogro verde vestido con unas pieles: esta vez el efecto es logrado con una técnica desarrollada con gran éxito por... Georges Méliès; ciertamente, es el truco visual más viejo del mundo pero, a efectos de la película, se revela 100% efectivo. El postre lo constituye un demonio gótico, alado y con garras. La impresión final es irregular: se trata a todas luces de una película adolescente, sin una gran inversión presupuestaria pero, aparentemente, aprovechada con astucia hasta la útima gota. La trama bordea el despropósito (por ejemplo, en demasiados diálogos de relleno relacionados con el "picnic") aunque se nivela justamente en las secuencias del segundo flashback o bien en la aparición del límite invisible con otra dimensión. Originariamente, se trató de un proyecto de los jóvenes directores amateurs Dennis Muren y Mark Thomas McGee que, tras varios años de trabajo, fueron capaces de completar un largometraje en 16 mm de 71' de duración y registrarlo en 1967 bajo una tal "Berkshire Productions". Esta primera versión, titulada THE EQUINOX... A JOURNEY TO THE SUPERNATURAL, ya contenía las maravillosas animaciones cuadro a cuadro de Dave Allen y los mattes de Jim Danforth, elementos que tal vez atrajeron la atención del inversor Jack H. Harris y lo llevaron a adquirir los derechos e instrumentar su estreno comercial en 1970, previa expansión de 16 a 35mm. Para dicho evento, Harris hizo cambios dramáticos en el filme, agregando escenas (todos los elementos de sexo, nuevos efectos ópticos) y personajes (el Sr. Asmodeus, que es interpretado por el director de estos añadidos, Jack Woods). Para cualquier espectador que haya visto la célebre EVIL DEAD (Diabólico-1982), percibirá EQUINOX como un honesto precedente "sixties", completamente diurno de la citada película de Sam Raimi. Los aficionados al género se verán atraídos en cuanto puedan apreciar qué tan lejos se puede llegar en ciertos rubros técnicos (montaje, efectos especiales) cuando los realizadores son tan jóvenes que no pueden superar la fascinación ejercida por esos monstruos que, sacrificando trama e interpretación actoral, tratan de conjurar en pantalla.
Nota: esta reseña se refiere a la versión de 1970. [Cinefania.com]
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