Reseña: A pesar que Estados Unidos se declaraba neutral, este precoz film de espionaje bélico toma místico partido por el pacifismo. Víctima de una broma infantil (su hermana Helena y sus amigos toman el esqueleto del laboratorio escolar y lo montan en su cuarto), el pobre Waldo Von Kraft (George Stillwell) se pega susto tal que su cabello se pone blanco y pierde el sano juicio. El padre de Waldo, el Barón Von Kraft (Robert Broderick) no logra perdonar la conducta imprudentemente lúdica de la joven Helena (Laura Sawyer) y la envía a un convento. Al declararse la guerra, el Barón se pone al frente de su regimiento y cuando las tropas francesas toman posesión del convento donde está alojada Helena, los prusianos prestan dura batalla por recuperarlo. En delicada misión, el Barón se camufla como espía francés y se infiltra en el convento pero es reconocido de manera cándida por su hija, lo que provoca su captura y ejecución. Pero Helena se sacrifica, muriendo junto a su padre. Ambos espíritus, así como el de otros caídos en la batalla, se elevan para apelar al "Príncipe de la Paz" y que permita el fin de las hostilidades. [Cinefania.com]