Reseña crítica: Corto basado en una novela (?) de Dominic Arioli, "Death Rattle". Una fumadora empedernida de esas que enciende un pitillo antes de terminar el anterior, se pone nerviosa con la tormenta de rayos cuyos truenos atronan la estancia. De pronto, dos ojos muertos observan desde el ventanal. La mujer los percibe y entra en pánico, pero sus músculos son incapaces de responder a los mandos cerebro. El vampiro, ni más ni menos que el Conde Drácula, ingresa al dormitorio y avanza hacia su impotente víctima. Aún antes de desmayarse, la pobre fémina sigue fumando compulsivamente, hasta que cae inconsciente sobre las inmaculadas sábanas. Drácula se cierne sobre su víctima y se dispone a beber el tibio néctar de la aorta de su plato preferido, pero en vez de sangre, lo que obtiene es... Un simpático mensaje del Departamento de Salud del Canadá, sobre como las complicaciones del alquitrán y la nicotina perjudican al gremio de los vampiros. [Cinefania.com]
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