Reseña crítica: Un titiritero llamado Jean entretiene a un público infantil con una fantasía acerca de un lobo; en su vida privada trata de amar a varias prostitutas, pero en vez de ello siempre termina asesinándolas. La trama sigue al automóvil del protagonista a través de varias carreteras, hasta que se encuentra con una jovencita un tanto retraída, a quien, junto con su hermana, intenta asesinar en un primer momento, pero luego trata de coaccionarla (manteniendo cautiva a la hermana) y obligándola a ponerse como carnada para atraer víctimas. Más tarde Jean descubrirá su costado humano, al perdonarle la vida y la chica descubrirá su costado perverso al tratar de degenerarse con Jean. Opera prima del director Grandieux, intenta ser experimental tal vez al intentar que el montaje y la historia (según dice el director) sea desarrollada por el espectador, y al narrar largas secuencias sin diálogos ni música y con fueras de foco, cámara en permanente vibración y otros truquillos. El resultado es un largo con 100 minutos de más, y que parecerían no terminar jamás. [Cinefania.com]
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