Reseña crítica: Todo comienza con un muchacho que viaja en un vagón de tren subterráneo y sube una mujer con dos niños, que sienta uno a cada lado del pasillo. El muchacho se queda dormido y despierta en la terminal, alcanzándose a bajar antes que se cierren las puertas. Una vez en el andén observa a los pequeñuelos, aparentemente dormidos en sus respectivos asientos. Al llegar a su lugar de trabajo escucha por radio la noticia del hallazgo de los cuerpos de dos criaturas en el subte y el protagonista asume que son los niños que viajaron con él. A partir de este momento se inicia un largo tour de force narrativo en el que este suceso es rápidamente superado en importancia por otros, ya inmersos dentro del rubro sobrenatural, fomentados por la presencia de una mujer, una enfermera, que tiene el extraño don de poder ver aquel pasado de las personas que no quiere aflorar. Nuestro protagonista tiene un importante trauma de la infancia, y la mujer, que acaba de perder a sus hijos, asesinados por una de sus pacientes, le ayudará a recordar el motivo del trauma. Lenta y bastante conversada, esta película tiene una riqueza visual exquisita y un generoso desarrollo de sus personajes centrales. La historia es tan vasta que podría haber dado tema para varias películas, pero gracias a un excepcional guión desarrolla metódica y extensivamente cada uno de los sub-temas. [Cinefania.com]
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