RAVENOUS (1999)
- VORAZ (Argentina)
- RAVENOUS (España)
Dirigida por:
Antonia Bird
Protagonizada por:
Guy Pearce
Robert Carlyle
David Arquette
Jeremy Davies
Jeffrey Jones
Estudios: ETIC Films (Prod.) 20th Century-Fox (Distr.)
País: EE.UU.
Estreno: 16 de Marzo de 1999
Estreno en Argentina: 6 de Mayo de 1999
Duración: 101'
Género: Terror
Antonia Bird
Protagonizada por:
Guy Pearce
Robert Carlyle
David Arquette
Jeremy Davies
Jeffrey Jones
Estudios: ETIC Films (Prod.) 20th Century-Fox (Distr.)
País: EE.UU.
Estreno: 16 de Marzo de 1999
Estreno en Argentina: 6 de Mayo de 1999
Duración: 101'
Género: Terror
El enfrentamiento entre Ives y Boyd será físico, pero cobrará visos filosóficos y dialécticos cuando el primero trate de adoctrinar a su rival en las bondades de la antropofagia. Boyd argumenta razones éticas y morales, disparando la veloz réplica del caníbal: “Moral. El último baluarte de un cobarde”. La resolución terminará volviendo al plano de la violencia física, para coronar una lucha mortal dentro del ámbito del fuerte.
La realizadora al mando, Antonia Bird, despliega en su descripción una formidable dosis de gran cine. Al aprovechamiento fotográfico de los gélidos paisajes naturales (que en verdad no son de Sierra Nevada sino de Eslovaquia, donde se llevó a cabo parte del rodaje), se añade el regurgitante componente sangriento, a través del gore explícito o insinuaciones de destazamiento de cadáveres. La música incidental, especialmente la de Michael Nyman, impone un marco hipnótico a las andanzas y encontronazos de los personajes.
Una escena en particular, genera un climax de suspenso durante la primera media hora de metraje. La expedición al mando de Jeffrey Jones ingresa a la caverna donde supuestamente ha de estar el temible Ives. En tanto Colqhoun, maniatado, se pone frenético y hace unos exasperantes ademanes con sus manos cuando no, se pone a cavar como los perros. En el interior de la tierra, Boyd y el intrépido Reich (Neal McDonough), descubren los restos óseos y se dan cuenta de la trampa. El resto de sus compañeros, afuera, están a merced del asesino. Ese clímax, inspirado en parte por el angustiante acompañamiento musical se quiebra –se relaja– con la irrupción de una línea de banjo y el caníbal persiguiendo a su custodio, un cándido fanático religioso (Jeremy Davies).
Una mujer india, cocinera del fuerte, advierte que el responsable de esas horrendas muertes no es un ser humano sino un “güindigo”, la mítica criatura de las tradiciones aborígenes que diera tema para un relato maestro de Algernon Blackwood. Pero Ives no es ningún wendigo, y revela su ambicioso plan de aguardar pacientemente las oleadas de pioneros, buscadores de oro e inmigrantes que querrán llegar al oeste, un contingente de alimento que sabrá seleccionar para someter al menor daño colateral. Su canibalismo no surge por capricho ni como psicopatía, sino bajo la comprobada creencia de que quien se alimenta de carne humana, también ingiere el espíritu y la voluntad de sus víctimas. El film asume como válida esa premisa y ofrece ejemplos tan extremos que tuercen el realismo de la línea narrativa. En la primera persecución, Boyd dispara contra Ives y le acierta. Más tarde, cuando reaparece para hacerse cargo de la guarnición, ya no tiene ni cicatriz del supuesto balazo. El propio Boyd sufre una fractura expuesta en su pierna que suelda comiendo los restos de Reich. Estas, y otras mejorías milagrosas adjudicadas a la ingesta de carne humana respaldan el punto de Ives. Sin embargo hay un serio problema con la psicología de los personajes. Uno de ellos, se convierte en devoto antropófago para luego, tras una breve desaprobación de Boyd, cambiar de opinión y manifestar culpas inéditas y sentimientos suicidas. Boyd, militar más bien taciturno que carece de la elocuencia de Ives, no es ningún Hannibal Lecter, capaz de hacer matar a alguien con apenas una sugerencia verbal.
Estas debilidades de lógica interna frustran la que habría sido una gran película, ya que impiden el involucramiento del espectador con el cuadro de situación de los personajes en pantalla. Aún así, la reunión en un mismo fotograma de la bandera norteamericana, el comandante de la guarnición desmembrando un cadáver fresco, Ives vislumbrando fervorosamente el albor de una nueva era y Boyd escuchando su alocución en silencio supone toda una simbología. Mientras algunos podrán percibir a este wendigo –ser incapaz de satisfacerse que siempre toma, nunca da– como una metáfora de los expansionistas Estados Unidos, otros podrán aumentar el rango de la metáfora e identificar esa tendencia –en definitiva– autofágica, con el propio sistema democrático que la Revolución Americana patentó y exportó a casi todo Occidente. [Cinefania.com]
Calificación Cinefania.com:
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Reparto Ver créditos | |
Guy PearceGuy Pearce | ... Capt. John Boyd |
Robert Carlyle Robert Carlyle (1961) | ... Cnel. Ives / F.W. Colghoun |
David Arquette David Arquette (1971) | ... Sold. Cleaves |
Jeremy DaviesJeremy Davies | ... Sold. Toffler |
Jeffrey Jones Jeffrey Jones (1946) | ... Cnel. Hart |
John SpencerJohn Spencer | ... Gen. Slauson |
Stephen SpinellaStephen Spinella | ... May. Knox |
Neal McDonoughNeal McDonough | ... Sold. Reich |
Sheila TouseySheila Tousey | ... Martha |
Bill BrochtrupBill Brochtrup | ... Lindus |
Joseph RunningfoxJoseph Runningfox | ... George [acred. como Joseph Running Fox] |
Fernando BecerrilFernando Becerril | ... Comandante Mexicano |
Rubros Técnicos | |
Dirección: | Antonia Bird |