Reseña crítica: La idea parecía automático y rentable moneymaker: reunir un elenco de antiguas figuras del pop de los noventa y enfrentarlos contra una horda de muertos vivientes. Nick Carter (vocalista de los recordados Backstreet Boys) aportó la historia y el realizador Danny Roew le dio ritmo de video clip. Como condimento, a la explicación del apocalipsis zombie, se agrega una antagonista, no casualmente llamada Apocalypta (Debra Wilson), que ofrenda seres humanos como ganado para alimentar a los demandantes muertos vivientes. En contrapunto los siete héroes, paulatinamente reclutados en los primeros reels de metraje, suponen una especie de tributo a cierto mítico film de John Sturges (y por qué no, al de Kurosawa): Jack (el citado Carter), Bill (Jeff Timmons de 98 Degrees), el dipsómano Whiskey (Joey Fatone de *NSYNC), el samurai Komodo (Erik-Michael Estrada, solista y ex O-Town), Vaquero (Howie Dorough de Backstreet Boys) y las sugestivas Daisy Jane (Carrie Keagan) y Sirene (Lauren Kitt, esposa en la vida real del dueño de la pelota, Carter). Como personajes de autoridad aparecen el sheriff Cooper (Jon Secada con unas patillas que parecieran de goma eva) y el mayor Shelby (Chris Kirkpatrick, otro Backstreet Boy). La excusa es la ofensiva de Apocalypta, que ataca uno de los refugios de los humanos pero el previsible argumento tendrá paliativos. No en la presentación de los arquetípicos personajes, ya que el interés romántico estará en los dos machos alfa (Jack y Bill) y las dos féminas que los secundan, sino con un matiz interesante dentro de la superficial trama, que consiste en no recaída del film en la autoindulgencia y un desenlace que propone secuencias gore y nihilismo tan acertadas como rayanas en lo imprevisible. [Cinefania.com]
Calificación Cinefania.com: